una vista aérea de una montaña verde con un cielo azul de fondo.
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Alejandro

Monte Mælifell, una de las montañas más bonitas e icónicas de Islandia

Hay algunos lugares que tienen una apariencia tan impecable que no parece que sean reales. Elementos naturales esculpidos por las fuerzas de la naturaleza de manera tan perfecta que se podría pensar que son artificiales. Como si fuesen parte del decorado de una película.

En Islandia, no hay muchas que parezcan tan irreales como el monte Mælifell, uno de los elementos naturales más especiales del país. Es un volcán de forma cónica cubierto de musgo verde que se eleva en medio de una enorme llanura de arena negra en la parte sur de las Tierras Altas. Los que lo visitan suelen quedarse sin palabras frente a Mælifell, con su fuerte contraste de colores con el desierto volcánico que tiene alrededor.

Este lugar, un tanto aislado, es parte de la reserva natural de Fjallabak y es una forma de acercarse a las enormes fuerzas geológicas de Islandia, sobre todo a la forma en que los volcanes han conformado el paisaje. El monte Mælifell es un elemento geológico de suma importancia a la par que una estupenda experiencia de viaje. Además, está en una región con muchísimo que ver, por lo que el viaje puede combinarse con otros monumentos o actividades. Sin embargo, está algo alejado y viajar para verlo precisa de cierta preparación.

En este artículo te explicaremos todo lo que tienes que saber acerca de este sitio.

Información clave

  • El monte Mælifell es un volcán que se encuentra en las Tierras Altas islandesas.
  • Tiene una forma cónica perfecta y está cubierto de musgo verde.
  • Es una de las montañas más fotografiadas de Islandia.

¿Qué es el monte Mælifell?

El monte Mælifell es un estratovolcán de 791 metros situado en las Tierras Altas del sur de Islandia, famoso por su forma simétrica y el musgo verde que lo cubre en verano, creando un fuerte contraste con la arena negra del desierto volcánico Mælifellssandur. Se formó hace unos 10.000 años tras el deshielo del glaciar Mýrdalsjökull y hoy está considerado extinto. Su nombre significa “montaña de orientación” y, además de su belleza aislada, es un símbolo natural de Islandia que se recomienda admirar sin escalar para proteger el musgo.

El monte Mælifell es un estratovolcán de 791 metros de altitud ubicado en la parte sur de las Tierras Altas de Islandia. Se eleva 200 metros sobre el territorio plano que hay a su alrededor, elevándose solo, como una especie de pirámide antigua. Su fama le viene por su forma simétrica y apariencia llamativa. En verano, una gruesa capa de musgo verde cubre sus laderas, transformando la montaña en un pico lleno de color que destaca frente a la arena negra de Mælifellssandur, el desierto volcánico que tiene alrededor. Este contraste crea una visión hipnótica, como si este paraje fuese de otro planeta o de una novela fantástica. De hecho, ha aparecido en varias películas y series de televisión, como Juego de Tronos o Noé.

A nivel geológico, Mælifell se formó hace unos 10.000 años, al final de la última glaciación. En el pasado estuvo sepultado por el glaciar Mýrdalsjökull, pero con el deshielo, el volcán acabó teniendo el aspecto que tiene hoy en día. Está justo al norte de Katla, uno de los volcanes más grandes de Islandia que, además, está activo. Por su parte, se considera que Mælifell está extinto ya que su última erupción tuvo lugar hace miles de años.

Hoy en día, se levanta al norte de esta otra gigantesca montaña, rodeado de ríos glaciares y campos de lava. La arena negra alrededor es el resultado de siglos de erupciones volcánicas e inundaciones glaciares. Es un terreno baldío pero muy hermoso, sobre todo con el manto verde que cubre Mælifell. No parece un ecosistema apto para plantas, pero el musgo se adapta muy bien a las rocas volcánicas, que retienen la humedad que hay en el difícil clima de las Tierras Altas.

El nombre Mælifell se puede traducir como “montaña medidora” o “montaña de orientación” en islandés, un nombre que comparten varias montañas del país. En el pasado, los islandeses no demostraron mucha creatividad al nombrar cosas; la mayoría son muy prácticas. Por eso, solían darles nombre por rasgos físicos evidentes o como referencias en un camino. Los primeros colonos usaban picos concretos como elementos para orientarse en zonas en la que todo se parece un poco. Y ese es este caso, ya que es muy visible en un área en la que el clima puede complicar las condiciones de viaje. Como si fuese un faro verde y enorme.

Los viajeros que se desplazan hasta la parte sur de las Tierras Altas y visitan Mælifell suelen quedar impactados, es un espectáculo visual. Además de su belleza, es un símbolo del aislamiento y la fuerza natural que hay en Islandia. Se puede pasar en coche muy cerca de su base, aparcar y verlo desde ahí, pero, por favor, no trates de escalarlo, ya que podrías destruir el musgo, que tarda décadas en regenerarse. En su lugar, date un paseo por la zona para hacer fotos o, simplemente, disfrutar de la vista. Es un sitio bastante aislado, así que es probable que lo puedas disfrutar para ti solo, sintiendo así una fuerte conexión con la naturaleza.

un río que fluye a través de un campo herboso con montañas en el fondo.

Dónde está el monte Mælifell y cómo llegar

El monte Mælifell está en la reserva natural de Fjallabak, al noroeste del glaciar Mýrdalsjökull, en las Tierras Altas del sur de Islandia. Solo es accesible en verano, entre finales de junio y principios de septiembre, mediante carreteras F que requieren un vehículo 4x4. Desde Reikiavik son 184 km (3,5–4 horas), siguiendo la Ruta 1 hasta Hvolsvöllur y luego la F261 y F210, aunque también se puede llegar por la Ruta 208 y F210 desde el este.

El monte Mælifell está en la reserva natural de Fjallabak, al noroeste del glaciar Mýrdalsjökull, en las Tierras Altas del sur de Islandia. Solo es accesible en verano, entre finales de junio y principios de septiembre, mediante carreteras F que requieren un vehículo 4x4. Desde Reikiavik son 184 km (3,5–4 horas), siguiendo la Ruta 1 hasta Hvolsvöllur y luego la F261 y F210, aunque también se puede llegar por la Ruta 208 y F210 desde el este.

Ten en cuenta que viajar hasta allí implica conducir por las célebres carreteras F de Islandia, que son, básicamente, pistas de montaña que llegan a tener cruces de ríos, entre otros peligros. Por eso, es totalmente necesario ir con un vehículo 4x4 con buena altura que pueda con las condiciones de estas carreteras. Los coches de alquiler convencionales no están permitidos en las carreteras F.

El acceso es solo estacional. Las carreteras que van a las Tierras Altas únicamente están abiertas en verano, normalmente entre finales de junio y principios de septiembre, cuando la nieve se ha derretido y los ríos son manejables. Fuera de esta estación, la gran cantidad de nieve, el hielo y las inundaciones hacen que las autoridades cierren estas carreteras, haciendo que sea imposible y peligroso tratar de ir hasta allí. Incluso en verano, comprueba el estado de las carreteras antes de salir, ya que el tiempo puede cambiar muy rápidamente y provocar cierres incluso en temporada alta.

Si vienes desde Reikiavik, el itinerario no es difícil de seguir, pero tiene su miga en la parte final. La distancia total es de 184 kilómetros y se suele tardar entre tres horas y media y cuatro en hacerlo sin parar. Empieza dirigiéndote al este por la Ring Road (Ruta 1) durante 110 kilómetros hasta Hvolsvöllur. Desde ahí, toma la Ruta 261, que se convierte en la F261, una carretera F de grava que serpentea a través de las Tierras Altas durante 40 kilómetros. Esta parte tiene muchos baches y cruce de ríos pequeños.

Después, gira hacia la F210, la carretera que pasa junto a la base del Mælifell. Esta sección tiene apenas 15 kilómetros, pero es un tanto complicada. Al mismo tiempo, es muy bonita, pasando por campos de lava y con vistas al volcán Hekla.

Como alternativa, si vienes desde el este o ciudades del sur como Vík í Mýrdal, sal de la Ruta 1 cerca del campo de lava de Eldhraun, tomando la Ruta 208 hacia el norte. Después, toma la Ruta 210, que se convierte en la F210, llegando a Mælifell desde el otro lado. Esta ruta es más fácil, con menos cruces de ríos, pero es mucho más larga si vienes desde el suroeste del país o de Reikiavik.

un coche está conduciendo por un camino de tierra frente a una montaña verde cubierta de niebla.

Qué ver y hacer cerca del monte Mælifell

Cerca del monte Mælifell se pueden visitar varios lugares destacados dentro de la reserva natural de Fjallabak, como Landmannalaugar, famoso por sus montañas de riolita multicolor y baños termales, o el valle de Þórsmörk, rodeado de glaciares y rutas de senderismo. También destacan el volcán activo Katla y su cueva de hielo, el famoso Laugavegur Trail de 55 km que conecta Landmannalaugar con Þórsmörk, y el volcán Hekla, uno de los más activos de Islandia. Estas paradas combinan paisajes volcánicos, glaciares, senderos y aguas termales en plena naturaleza islandesa.

Además de su increíble aspecto, una de las mejores cosas del monte Mælifell es que está en una región alucinante, llena de maravillas naturales. Aunque se tarda un poco en llegar hasta allí, puedes aprovechar el viaje al máximo si combinas la visita con otras cosas. Aquí te dejamos unas cuantas cosas que ver que no están lejos.

Reserva natural de Fjallabak

La reserva natural de Fjallabak es una zona protegida que cubre la mayor parte del sur de las Tierras Altas. De hecho, el monte Mælifell está dentro de ella. Su nombre quiere decir “detrás de las montañas” y tiene ecosistemas muy diversos, como montañas de colores diversos, campos de lava y zonas termales. La reserva cuenta con una amplia red de senderos que atraviesan parajes diferentes y, con suerte, se pueden ver zorros árticos o perdices nivales. La reserva tiene una política de conservación bastante estricta, así que no te salgas de los caminos marcados para evitar dañar el frágil medioambiente. Es genial para excursiones tanto para rutas de un día como de varios días.

un río fluyendo a través de un valle rodeado por montañas cubiertas de nieve.

Landmannalaugar

Esta área también se encuentra dentro de la reserva natural de Fjallabak, pero merece la pena destacarla aparte. Landmannalaugar es conocida por sus montañas de riolita de varios colores: rosa, rojo, amarillo, verde e, incluso, azul. Esto se debe a los depósitos minerales generados por la actividad geotérmica que se mueve bajo la superficie. Esta misma energía es la responsable de crear los baños de Landmannalaugar. Están junto al aparcamiento y es una opción fantástica y gratuita de descubrir la cultura islandesa de los baños termales. Hay varios caminos que parten del aparcamiento. Algunos cortos, como el que lleva al campo de lava de Laugarhraun. O el sendero Brennisteinsalda, que atraviesa zonas con ríos de azufre.

un río que fluye a través de un valle montañoso rodeado de montañas.

Þórsmörk

Al suroeste de Mælifell está Þórsmörk, un valle verde cuyo nombre hace honor al dios nórdico Thor (también se puede escribir Thorsmörk). Si vienes desde Reikiavik por la ruta que hemos descrito antes, pasarás muy cerca. Es un área de fuertes contrastes, similar al que se ve en Mælifell: zonas verdes rodeadas de arena volcánica negra. Puedes hacer rutas estupendas como el paso Fimmvörðuháls, que cruza entre los glaciares Eyjafjallajökull y Mýrdalsjökull, pasando junto a cascadas y cráteres volcánicos. Los ríos que hay en el valle y los cañones de roca son sitios geniales para hacer un picnic.

un paisaje montañoso con un río que lo atraviesa y montañas en el fondo.

Katla

Katla, uno de los volcanes más activos de Islandia, se oculta bajo el glaciar Mýrdalsjökull, justo al sur de Mælifell. Como está cubierto por un glaciar, sus erupciones pueden causar inundaciones glaciares que tendrían un fuerte impacto sobre el territorio a su alrededor. Pero no te preocupes, su última erupción fue en 1918 y las autoridades locales lo monitorizan constantemente. En la parte más al sur, la más cercana a la costa, se puede visitar la cueva de hielo de Katla, aunque es una actividad reservada para los meses más fríos. La zona de alrededor tiene playas de arena negra de origen volcánico.

un paisaje montañoso nevado con un anillo en el centro de él.

Laugavegur Trail

Se trata, sin duda alguna, de la ruta de senderismo más famosa de toda Islandia. Es un camino de 55 kilómetros que conecta Landmannalaugar y Þórsmörk y pasa muy cerca de Mælifell. Suele tardarse entre tres y cuatro días en hacerlo y hay cabañas de montaña y zonas de acampada por el camino en las que pasar la noche. Encontrarás fumarolas de vapor, colinas de colores y vistas a los glaciares durante la ruta.

Un hombre con una mochila contemplando un vasto y hermoso paisaje

Volcán Hekla

Hekla, conocido como “la puerta al infierno” en época medieval, se eleva al noroeste de Mælifell y es uno de los volcanes más activos de Islandia. Con una altitud de 1.491 metros, ha erupcionado más de 20 veces desde que se tienen registros. Es decir, desde que llegaron los primeros colonos a Islandia, allá por el siglo IX. Su erupción más reciente ocurrió en el año 2000.

panoramic view of a volcano covered by snow

El clima en el monte Mælifell

El monte Mælifell solo es accesible en verano, entre junio y septiembre, cuando las carreteras están abiertas. En esta época las temperaturas van de 5 a 15 °C, con días muy largos y tiempo variable, que puede pasar rápidamente de sol a lluvia y viento. A partir de mediados de septiembre comienzan los cierres por nieve y en octubre ya es prácticamente imposible llegar.

En Islandia, el clima es un factor muy importante a considerar cuando se viaja. En general, es bastante impredecible y cambia todo el tiempo, por lo que hay que prepararse para cualquier eventualidad. Esto es especialmente importante en las Tierras Altas, donde la elevación y los elementos geográficos añaden una capa adicional de variabilidad a las ya de por sí inestables condiciones.

La única época del año en la que se puede ir al monte Mælifell es en verano, entre junio y septiembre. Eso se debe principalmente a que las carreteras que llevan hasta allí cierran el resto del año debido al clima tan complicado.

El verano trae condiciones suaves al monte Mælifell, con temperaturas que se mueven entre los 5 y los 15 °C. Los días son muy largos, con casi 24 horas de luz natural a finales de junio y principios de julio. Suele hacer sol, pero la lluvia y el viento pueden aparecer en cualquier momento. Además, la elevada altitud hace que la sensación térmica sea menor. En zonas expuestas casi siempre hace viento, que puede venir acompañado de lluvia si es viento del sur.

Hacia mediados de septiembre, algunas carreteras comienzan a cerrarse, pero aún puede haber opciones de ir a Mælifell si el tiempo es estable. Pueden producirse las primeras nevadas en las zonas de más altitud, pero en octubre ya resulta casi imposible ir hasta allí. Sea cuando sea, comprueba siempre el pronóstico del tiempo y el estado de las carreteras para asegurarte de que es seguro viajar.

un paisaje nevado con montañas en el fondo y un gran cuerpo de agua en primer plano.

Qué llevar en la maleta para viajar al monte Mælifell

Si vas a viajar al monte Mælifell, haz la maleta con la mente puesta en su remota ubicación y condiciones climáticas cambiantes.

  • Chaqueta y pantalones impermeables. Para la lluvia repentina de las Tierras Altas.
  • Ropa a capas. Capa base térmica, polar para la intermedia y chaqueta cálida para adaptarse a los cambios de temperatura.
  • Botas de senderismo. Impermeables con buen agarre. El terreno es bastante irregular y puede estar embarrado si ha llovido.
  • Gorro, guantes y bufanda. Puede hacer frío incluso en invierno.
  • Gafas de sol y crema solar. El sol puede ser muy fuerte y las temperaturas bajas hacen que no lo parezca.
  • Comida. No hay tiendas ni restaurantes cerca de Mælifell, así que ven preparado.
  • Mapa y GPS. La cobertura puede ser mala en las Tierras Altas. Así no te perderás.
  • Mochila con cobertura impermeable. Para llevar tus cosas al hacer senderismo.
  • Bañador y toalla. Aunque suene raro, puedes combinar la visita a Mælifell con ir a darte un baño termal.
  • Cámara de fotos. Este lugar no se parece a nada que hayas visto antes y es uno de los monumentos naturales que más buscan los fotógrafos. Si no tienes cámara, basta con el móvil.
una mujer con una chaqueta amarilla está de pie en la nieve frente a montañas cubiertas de nieve.

Consejos de viaje

  • Planifica tu visita para julio o agosto, cuando las carreteras están abiertas y el musgo está más verde.
  • Alquila un todoterreno con buena altura. Está prohibido circular por las carreteras F con un coche convencional. Consulta las opciones de seguro.
  • Llena el depósito en Hvolsvöllur o Vík antes de adentrarte en las Tierras Altas. No hay gasolineras en esta región.
  • Conduce despacio y con cuidado en las carreteras F para no dañar el coche. Si tienes que cruzar un río, párate y comprueba su profundidad. No lo cruces a menos de que estés completamente seguro.
  • Respeta la naturaleza. No te salgas de los caminos y llévate la basura que generes.
  • Da prioridad al estado del tiempo que al itinerario prefijado.

Conclusión

El monte Mælifell es una de esas visiones que es imposible de olvidar. Es un monumento esculpido por la naturaleza, una combinación de fuerzas naturales que han creado, de manera delicada, un lugar único. Alquila un coche, planifica la ruta y disfruta de uno de los sitios más bonitos de Islandia.

Preguntas frecuentes sobre el monte Mælifell

Sí, se puede ir por libre siempre que tengas un coche 4x4, sepas orientarte mínimamente y revises antes el tiempo y el estado de las carreteras.

En buen tiempo puede ser seguro si vas bien preparado, pero al estar tan aislado, lo recomendable es avisar de tu ruta y llevar equipo de emergencia.

No, el Monte Mælifell no se ve desde la Ring Road; está metido de lleno en las Tierras Altas y para llegar hay que desviarse por carreteras F.

El musgo forma un ecosistema muy frágil que tarda décadas en crecer, y pisarlo lo daña de forma irreversible. Por eso no se recomienda subir a la montaña.

Sí, se pueden volar drones, pero siempre cumpliendo la normativa islandesa y sin molestar a la fauna ni sobrevolar zonas protegidas.