
Cascada de Þórufoss en Islandia: una guía completa para todo el año
La mayoría de la gente pasa de largo ante la cascada de Þórufoss, camino de las atracciones más famosas de Islandia. Este salto de agua de 18 metros cae en un cañón cubierto de musgo, prácticamente al lado del Círculo Dorado. Y lo mejor de todo: seguramente la tienes para ti solo.
No es tan imponente como Gullfoss ni tan conocida como Geysir. Pero precisamente ahí está su magia. Aquí de verdad escuchas el agua corriendo, no el murmullo constante de los turistas. Puedes hacer fotos sin prisas ni colas. Y sientes Islandia como es en realidad, sin las multitudes.
Información clave
- Gratis y fácil: sin entrada, solo 10-20 minutos andando desde el coche
- Ideal para el Círculo Dorado: a un cuarto de hora del Parque Nacional de Þingvellir
- Escenario de Juego de Tronos: Aquí grabaron el hogar de los "Hijos del Bosque" en la cuarta temporada
- 18 metros de altura: Cascada ancha en el río Laxá í Kjós, famoso por sus salmones
- Dos perspectivas: Paseo sencillo por arriba y bajada opcional hasta abajo
- Cuándo ir: primavera para máximo caudal, invierno por el hielo, cualquier época para tranquilidad
¿Qué es Þórufoss?
Þórufoss es una cascada a 40 minutos al noreste de Reikiavik, en pleno campo islandés que casi ningún turista visita. Su nombre significa "Cascadas de Thora", seguramente en honor a alguna mujer de las sagas islandesas, aunque nadie se pone de acuerdo sobre cuál.
La cascada se extiende unos 30 metros de ancho, mientras el agua se desliza sobre rocas de basalto redondeadas hacia un cañón serpenteante. No es uno de esos monstruos rugientes que Islandia tiene por todas partes. Aquí el agua murmura en lugar de bramar. El río Laxá í Kjós que la alimenta es famoso por sus salmones atlánticos, y los pescadores de la zona juran que estos peces testarudos llegan a saltar la cascada remontando hacia las cabeceras.
Þórufoss tiene algo especial. El agua serpentea entre paisajes volcánicos y riscos tapizados de musgo que parecen de otra época. No es casualidad que HBO eligiera este rincón como hogar de los misteriosos Hijos del Bosque en Juego de Tronos, donde el dragón Drogon de Daenerys protagoniza una escena memorable en la cuarta temporada.

¿Por qué ir a Þórufoss en lugar de otras cascadas?
Islandia está plagada de cascadas, pero la mayoría (por lo menos las más famosas) suelen estar llenas de gente. Gullfoss se llena de autobuses turísticos. En Seljalandsfoss haces cola para las fotos. Skógafoss, en verano, parece la feria del pueblo.
Þórufoss te da algo que hoy es oro puro: espacio para respirar. Incluso en pleno agosto puedes encontrártela vacía. De verdad oyes el agua y el viento, no el clic constante de las cámaras ni las explicaciones de los guías a voces.
Además, tiene varios miradores a los que puedes llegar sin esfuerzo. En 10 minutos la ves desde arriba, y si te apetece algo más de aventura, bajas hasta su base. Nada de caminatas épicas de medio día.
Y la ubicación no puede ser mejor. Probablemente ya estarás haciendo el Círculo Dorado, así que Þórufoss es el desvío perfecto que rompe la rutina turística habitual y te da algo más íntimo.
Cómo Llegar
En Coche desde Reikiavik
Þórufoss está en la Ruta 48, una carretera de grava que se desvía del circuito principal del Círculo Dorado. Desde Reikiavik, sal hacia el este por la Ring Road (Ruta 1) pasando por Mosfellsbær; ahí tienes la última oportunidad de gasolinera, súper y servicios.
A los 50 kilómetros, gira a la derecha por la Ruta 36 hacia el Parque Nacional de Þingvellir. Continúa 17 km hacia el norte hasta ver el desvío de la Ruta 48 (Kjósarskarðsvegur) a la izquierda. Este camino de tierra te lleva en 6 km hasta una discreta señal marrón de Þórufoss y un aparcamiento improvisado a la derecha.
Todo el trayecto son 40-50 minutos si el tiempo acompaña. La Ruta 48 es de grava, pero está en buen estado; cualquier coche normal se las arregla sin problemas en verano.
Aparcamiento y carreteras
El aparcamiento es gratis, una simple explanada de grava para media docena de coches como mucho. Nunca lo he visto lleno, ni siquiera en los mejores días de verano. Sin permisos, sin tasas, sin complicaciones.
En invierno la Ruta 48 puede ponerse chunga con hielo o nieve. Echa un vistazo a road.is antes de salir y plantéate un 4x4 si la cosa pinta mal. La carretera está operativa prácticamente todo el año, salvo durante temporales muy fuertes.
Transporte público
No intentes buscar un autobús público, porque no lo hay; necesitas coche de alquiler o excursión organizada. Algunos tours del Círculo Dorado la incluyen como parada opcional, pero la mayoría pasan de largo hacia las atracciones principales. Si estás en Reikiavik sin coche, busca algún tour privado o en grupo reducido que incluya sitios menos masificados.
El Paseo a la cascada
Ir hasta Þórufoss no es senderismo propiamente dicho, más bien un paseo campestre con diferentes opciones. Ves la cascada en 10 minutos desde el sendero de arriba, o le añades emoción bajando hasta su base. Cada ruta te da una perspectiva completamente distinta.
Mirador de arriba
Desde el aparcamiento, sigue la senda por la hierba que apenas se ve hacia el borde del cañón. Son unos 200 metros, 5-10 minutos por terreno prácticamente llano. No hay señales ni nada, pero se nota por dónde ha pasado la gente.
Llegas a un mirador desde el que se ve toda la cascada. Es exactamente el mismo sitio que usaron en Juego de Tronos, donde el pastorcillo vigila su rebaño cuando aparece Drogon. Desde aquí abarcas toda la anchura de Þórufoss y el serpenteante cañón del río.
El sendero tiene alguna piedra suelta y puede estar embarrado, así que lleva calzado decente. Pero vamos, que es asequible para prácticamente cualquier edad y forma física.
Bajada a la base (Si te apetece)
¿Quieres acercarte más? Un sendero más empinado y sin señalizar baja hasta el río en 10-15 minutos. Desde el mirador de arriba, busca la trocha gastada que se pierde ladera abajo hacia el agua.
Esta bajada tiene piedras sueltas y algún tramo empinado. No es nada del otro mundo, pero tienes que ir mirando por dónde pisas. La recompensa merece la pena: estar al mismísimo pie de Þórufoss, sintiendo la bruma y oyendo toda la potencia del agua.
Desde abajo vives la cascada de otra manera completamente. Eso sí, luego toca volver a subir por el mismo sitio empinado.
Ten cuidado
El borde no tiene barandillas, así que no te acerques demasiado al precipicio, sobre todo con niños o si sopla viento. La bajada a la base resbala cuando está mojada, y ni se te ocurra intentarla con hielo.
La cobertura de móvil suele ir bien, ya que no es una zona tan remota como otras. Aun así, si vas solo, no está de más avisar a alguien de tus planes.

Qué hacer en Þórufoss
No intentes hacer muchas cosas; Þórufoss funciona mejor cuando aflojas el ritmo y disfrutas del silencio. Tómate tu tiempo e intenta hacer todo con calma.
Fotografía
Þórufoss mira al norte, así que la mejor luz llega hacia el mediodía, cuando el sol está lo bastante alto como para iluminar bien la cascada sin sombras muy marcadas. Por la mañana temprano puede que parte quede medio en penumbra.
Para conseguir ese efecto sedoso del agua, trae un trípode y prueba exposiciones largas; el flujo tranquilo queda precioso con velocidades de 1-2 segundos. Un filtro polarizador te quita los reflejos molestos y resalta el contraste entre el agua blanca y las rocas oscuras.
El mirador de arriba es perfecto para planos generales que muestren la cascada y su entorno. Desde abajo puedes usar el río como guía visual hacia la cascada, o enmarcar con los riscos cubiertos de musgo.
Animales y naturaleza
El río Laxá í Kjós mantiene una buena población de salmones y en verano puedes pillar algún pez saltando cerca de la cascada. Charranes árticos y gaviotas a veces visitan desde el fiordo cercano de Hvalfjörður.
Los cuervos campan a sus anchas por el cañón; son animales curiosos que suelen echar un ojo a los visitantes desde lo alto de los peñascos. Por el valle más amplio de Mosfellsdalur, estate atento a las ovejas islandesas que andan sueltas por ahí, sobre todo si conduces por la Ruta 48 en verano.

Rincones de Juego de Tronos
Si eres fan de la serie, vas a reconocer el mirador de arriba nada más verlo: ahí se sentaba el chaval pastoreando cuando aparecía Drogon. La misma cornisa rocosa sigue en su sitio y sale una foto estupenda; simplemente no te acerques demasiado al borde.
Rodaron la escena para mostrar el "hogar de los Hijos del Bosque", jugando con esa sensación salvaje y ancestral del paisaje. Aunque no seas fan, es obvio por qué el equipo de scouting se fijó en este sitio.
Información Práctica
Organizar la visita a Þórufoss es pan comido: sin reservas, sin entradas, sin complicaciones. Pero el clima islandés cambia constantemente y las estaciones son muy diferentes, así que un poquito de preparación no viene mal para que la visita salga redonda.
Cuándo Ir
Þórufoss cambia como de la noche al día según la época. La primavera trae un caudal espectacular, el verano facilita el acceso, el otoño dora todo el paisaje y el invierno crea un mundo de fantasía helado. Depende de lo que busques.
Primavera (abril-junio): el deshielo pone a Þórufoss en su máximo esplendor. Tiempo suave, pero que cambia sin avisar. Bastante menos gente que en verano.
Verano (junio-agosto): el acceso más cómodo y días que no se acaban nunca. Baja algo el caudal, pero el musgo verde y el buen tiempo hacen que las visitas sean inmejorables. Es cuando más posibilidades hay de cruzarse con otros visitantes, aunque tampoco se masifica.
Otoño (septiembre-octubre): Colores dorados por todas partes. Caudal estable y una luz increíble para fotos. Empieza a hacer fresco, pero aún se llega bien.
Invierno (noviembre-marzo): Formaciones de hielo que quitan el hipo, pero necesitas saber conducir con nieve. Días cortísimos que limitan las horas de visita. Muchas veces completamente desierto.

Tiempo y qué Llevar
El tiempo islandés cambia sin avisar, así que vístete en plan cebolla incluso en pleno verano. El chubasquero es sagrado, no tanto por la bruma de la cascada como por el chaparrón que puede caer de la nada.
Calzado que agarre bien es fundamental, sobre todo si tienes pensado bajar a la base. El terreno es rocoso y a veces se convierte en un barrizal, así que nada de chanclas.
Lleva algo de comer y agua, porque por aquí no hay ningún sitio donde comprar. Lo más cercano está en Mosfellsbær o en el centro de visitantes del Parque Nacional de Þingvellir.

Cuánto tiempo estar
Cuenta con 30-60 minutos en total. El mirador de arriba son 20-30 minutos, contando el camino y las fotos. Si quieres explorar la base, suma otros 30-45 minutos.
Los que van con idea de hacer muchas fotos se pueden tirar perfectamente 1-2 horas esperando la luz perfecta o probando encuadres.
El sitio y la cascada son tan bonitos que lo normal es que te quieras quedar más.

Qué ver por los alrededores
Þórufoss está muy cerca de las atracciones más conocidas de Islandia, pero también cerca de lugares menos conocidos que merecen mucho la pena. Puedes seguir la ruta clásica del Círculo Dorado o irte por rincones más silenciosos del suroeste islandés, todo a menos de una hora en coche.
Parque Nacional de Þingvellir
A solo 20 minutos al este de Þórufoss tienes uno de los lugares más importantes de Islandia. El Parque Nacional de Þingvellir se asienta donde las placas tectónicas norteamericana y euroasiática se van separando literalmente, creando un valle espectacular.
Date una vuelta por la garganta de Almannagjá, donde se reunía el primer parlamento vikingo, o lánzate a bucear en las aguas cristalinas de la fisura de Silfra. El parque tiene senderos estupendos, un centro de visitantes y suficiente historia para entretenerte durante 2-3 horas largas.

Otras Paradas del Círculo Dorado
Desde Þórufoss estás en posición perfecta para seguir el circuito clásico del Círculo Dorado. Tira hacia la zona geotérmica de Geysir (unos 45 minutos al sureste) para ver el géiser Strokkur escupir agua cada 5-10 minutos.
Gullfoss, la "Cascada Dorada", está otros 15 minutos más allá de Geysir. Esta bestia de dos niveles te demuestra la diferencia entre una cascada potente y una cascada elegante, que es lo que es Þórufoss.

Sitios más apartados
Öxarárfoss, dentro del Parque Nacional de Þingvellir, te ofrece otra experiencia de cascada, en este caso en un valle tectónico. Es más pequeña que Þórufoss, pero queda preciosa entre las paredes del cañón.
Para un desvío más largo, el fiordo de Hvalfjörður, al oeste, ofrece una conducción por la costa que quita el hipo y da acceso a la cascada de Glymur, la segunda más alta de Islandia, con 198 metros. La caminata a Glymur ya es más seria, pero las vistas compensan con creces.

Dónde quedarse
Como Þórufoss está cerca de Reikiavik, la mayoría de gente se queda en la capital y hace excursiones de un día. Pero si prefieres estar más cerca del Círculo Dorado:
Zona de Þingvellir: algunas casitas rurales y el Hotel The Hill (bastante pijo, él) te permiten quedarte cerca del parque nacional con acceso cómodo a Þórufoss.
Laugarvatn: este pueblecito entre Þingvellir y Geysir cuenta con varios hoteles y casas rurales, además de sus propias fuentes geotermales.
Selfoss: la ciudad más grande al sur del Círculo Dorado, con buenas opciones de hotel y restaurantes decentes. Unos 45 minutos desde Þórufoss.
Para algo aún más especial, algunas granjas de la zona te dejan dormir allí y vivir un poquito la vida rural islandesa sin alejarte de las atracciones.

Conclusión
Þórufoss demuestra que los mejores rincones de Islandia no siempre son los que están llenos de turistas. Esta tranquila cascada, en su cañón tapizado de musgo, te regala un momento de paz en un sitio precioso.
Igual te atrae por lo de Juego de Tronos, por las fotos que puedes hacer o simplemente por la posibilidad de ver una cascada islandesa sin agobios. Sea lo que sea, Þórufoss es un gran destino. Es el respiro perfecto entre las atracciones masificadas del Círculo Dorado.

