El cañón de Stakkholtsgjá: una joya escondida en Þórsmörk
Los paisajes de Islandia parecen sacados de otro planeta, y el Cañón de Stakkholtsgjá es la prueba perfecta. Este desfiladero cubierto de musgo que atraviesa la Reserva Natural de Þórsmörk te hace sentir como si estuvieras caminando por el decorado de una película de fantasía.
Con sus senderos estrechos, pequeñas cascadas por todos lados y una cueva escondida, Stakkholtsgjá es una de las mejores caminatas cortas que puedes hacer en Islandia. Si vas a la costa sur del país, no te lo pienses dos veces y mételo en tu lista.
Información clave
- Stakkholtsgjá es un cañón de 2 km de largo y 100 m de profundidad en la Reserva Natural de Þórsmörk
- La caminata es moderada, te llevará entre 1 y 2 horas ida y vuelta y termina en una cascada
- Necesitas sí o sí un 4x4 para llegar, y solo puedes ir en verano
- El cañón salió en Juego de Tronos
- Aprovecha para ver Seljalandsfoss o subir al Monte Valahnúkur el mismo día
¿Qué es el Cañón de Stakkholtsgjá?
Stakkholtsgjá es un cañón alucinante en la Reserva Natural de Þórsmörk, en el sur de Islandia. El nombre es un trabalenguas (se pronuncia algo así como "Stack-holts-gjau"), pero las vistas te van a dejar con la boca abierta.
El cañón mide unos 2 kilómetros de largo y llega hasta los 100 metros de profundidad. Lo que lo hace especial es el contraste brutal entre la roca volcánica negra y el musgo verde fosforito que cubre las paredes. Por el suelo del cañón baja agua creando pequeñas pozas y suaves cascadas por el camino.
Al final del sendero te encuentras con una cascada escondida en lo más profundo del cañón. No es la cascada más impresionante de Islandia, pero el sitio donde está la hace súper especial.
Si eres fan de Juego de Tronos, seguramente reconoces Stakkholtsgjá. El cañón apareció en la Temporada 7 como escenario de la "emboscada de los espectros" al norte del Muro. Aunque no hayas visto la serie, enseguida entiendes por qué los de la película eligieron este sitio: tiene un toque súper dramático.
Geología y cómo se formó el cañón
La historia de Stakkholtsgjá empieza con hielo y fuego, como casi todo en Islandia. El cañón es un ejemplo perfecto de cómo las fuerzas de la naturaleza han moldeado este país.
Stakkholtsgjá se formó principalmente por la erosión de los glaciares durante la Edad de Hielo. Cuando estos glaciares enormes se movían por la tierra, fueron tallando canales en la roca volcánica. Al derretirse, el agua que bajaba con fuerza hizo estos canales más profundos y anchos, creando el cañón que vemos ahora.
Las paredes del cañón son principalmente de palagonita, una roca que se forma cuando el vidrio volcánico se mezcla con agua. Como es un material bastante blando, la erosión glacial lo moldeó fácilmente. También verás formaciones de basalto impresionantes, incluyendo basalto en forma de columnas en algunas zonas. Estas columnas de seis lados se formaron cuando la lava se enfrió y se contrajo, creando patrones geométricos que parecen hechos a propósito.
El río Markarfljót y sus arroyos más pequeños siguen dándole forma al cañón hoy en día, aunque mucho más suavemente que las riadas glaciales del pasado. Los volcanes Eyjafjallajökull y Katla que están cerca añaden otra capa a la historia geológica: las cenizas de las erupciones han afectado más de una vez a las plantas y animales del cañón. La erupción del Eyjafjallajökull de 2010, la que paralizó los vuelos por toda Europa, dejó su huella en la zona, aunque el cañón ya se ha recuperado.
La arena negra que cubre el suelo del cañón viene de lava desgastada, creando un contraste flipante con el musgo verde que crece en el ambiente húmedo del cañón.
Dónde está y cómo llegar a Stakkholtsgjá
El Cañón de Stakkholtsgjá está en la Reserva Natural de Þórsmörk en el sur de Islandia, metido entre los glaciares Eyjafjallajökull, Mýrdalsjökull y Tindfjallajökull. Está al norte del famoso volcán Eyjafjallajökull y al sur de la zona principal de Þórsmörk.
Llegar a Stakkholtsgjá requiere planificación. No es una parada rápida que puedas hacer “pasando por ahí”: está en las Tierras Altas y el acceso está bastante limitado.
Desde Reikiavik, coges la Ring Road (Ruta 1) hacia el sur durante unas 2 horas hasta llegar al desvío de la Ruta 249 cerca de la cascada Seljalandsfoss. Desde ahí sigues por la carretera de montaña F249, que te lleva a Þórsmörk. La "F" en F249 significa que es una carretera de montaña que necesita sí o sí un 4x4 con buena altura.
Aquí es donde la cosa se complica. La F249 cruza varios ríos alimentados por glaciares y sin puentes, incluyendo el río Steinholtsá que a veces está bastante profundo. Estos cruces pueden ser peligrosos si no tienes experiencia con ríos o si el agua está alta. Los daños por agua no los cubre el seguro normal de coches de alquiler en Islandia, así que piénsatelo bien antes de lanzarte con esto.
Para llegar a Stakkholtsgjá tienes estas opciones:
- Ir por tu cuenta en un 4x4 en condiciones - Solo si tienes experiencia con cruces de ríos y terreno jodido.
- Apuntarte a un tour guiado - Un montón de empresas hacen tours en super jeep a Þórsmörk que incluyen Stakkholtsgjá. Estos guías conocen los sitios más seguros para cruzar los ríos y te cuentan cosas interesantes de la zona.
- Usar el autobús de montaña - Empresas como Reykjavík Excursions, Trex y Sterna tienen autobuses a Þórsmörk en verano. Estos autobuses están preparados para los cruces de ríos y las carreteras difíciles.
Ten en cuenta que las carreteras de montaña solo están abiertas en verano, normalmente desde finales de mayo hasta mediados de octubre, según las condiciones. Siempre mira road.is para ver la información más actualizada antes de salir.
El camino a pie hasta Stakkholtsgjá
Una vez llegas a Þórsmörk, el inicio del sendero de Stakkholtsgjá está bien señalizado. La caminata son unos 2,4 km ida y vuelta con una subida de unos 125 metros. Si estás en forma decente, se tarda entre 1 y 2 horas en hacerla.
El sendero va por el suelo del cañón, así que caminarás sobre arena negra y rocas cruzando varios arroyitos por el camino. A los 10 minutos de empezar, busca Stakkholtshellir, una cueva pequeña en el lado izquierdo del sendero que merece la pena echar un vistazo.
Según vas adentrándote en el cañón, las paredes se van estrechando y los acantilados cubiertos de musgo se alzan más y más a los lados. La sensación de estar entrando en otro mundo va creciendo con cada paso. La luz se mueve por el cañón de formas chulísimas, sobre todo cuando el sol está lo bastante alto para llegar al fondo.
Tendrás que cruzar el arroyo varias veces mientras avanzas. Cuando está seco, estos cruces son solo saltar de roca en roca. Después de lluvias fuertes o cuando se derrite la nieve en primavera, el agua puede estar más alta y tendrás que ir con más cuidado.
Más o menos a la mitad de la caminata, el cañón se estrecha un montón, creando un pasaje tipo ranura que le da más emoción a la aventura. El sendero no es técnicamente difícil, pero las rocas pueden estar resbaladizas por la humedad constante y el musgo.
Cerca del final del sendero principal, justo antes de que el cañón gire a la derecha, busca un cañón de ranura estrecho a la izquierda. Esta excursión extra requiere volver a cruzar el río, pero recompensa a los aventureros con una segunda cascada más escondida.
El sendero principal acaba en la cascada principal al final del cañón. No es enorme, pero el entorno la hace especial: el agua cae por una pared de roca oscura rodeada de paredes cubiertas de musgo. Al estar cerrado, el sonido del agua cayendo resuena de maravilla.
La vuelta es por el mismo sendero, pero te da una perspectiva diferente del cañón mientras vas hacia la salida.
Cuándo es mejor ir
Stakkholtsgjá es un destino de temporada, solo puedes ir básicamente en los meses de verano (principios de junio a mediados de octubre, si tienes suerte). Esta restricción existe porque en invierno la nieve y el hielo hacen que las carreteras F sean impracticables, y los cruces de ríos se vuelven demasiado peligrosos.
Incluso dentro del verano, cuándo vayas afecta a tu experiencia:
De junio a agosto hace más calor, con temperaturas de unos 10-14 °C. Estos meses también tienen las horas de luz más largas, con el Sol de Medianoche alrededor del solsticio de verano, dándote tiempo de sobra para explorar. La pega es que es temporada alta, así que los senderos pueden estar más llenos, sobre todo en julio y agosto.
Septiembre está bastante bien: las carreteras suelen estar abiertas, va menos gente y el paisaje está precioso. En septiembre puede que veas los primeros colores otoñales en los bosques de abedules de Þórsmörk.
La mejor hora del día para ir es de media mañana a primera hora de la tarde, cuando la luz llega más al fondo del cañón. Además, así tienes muchas horas de luz para el viaje de vuelta si no te quedas en Þórsmörk.
El tiempo siempre es un factor en Islandia. Incluso en verano puede cambiar en un pispás. Mira el pronóstico antes de salir y prepárate para que llueva en cualquier momento. Después de lluvias fuertes, el nivel del agua en los arroyos del cañón sube, haciendo los cruces más complicados y peligrosos.
Para los que vais a hacer fotos, la luz en el cañón cambia durante el día. La luz de la mañana suele ser más suave y crea menos sombras dentro del cañón. El musgo se ve más verde en días soleados, pero incluso con el cielo nublado el cañón mantiene ese rollo misterioso.
Qué llevar y consejos de seguridad
Prepararte bien puede marcar la diferencia entre pasarlo genial y pasarlo regular en Stakkholtsgjá. Esto es lo que necesitas:
Lo imprescindible:
- Botas de montaña impermeables con buen agarre; las deportivas normales aquí no hacen nada
- Chaqueta y pantalones impermeables; el tiempo en Islandia cambia que mucho
- Ropa por capas, incluso en verano puede hacer fresco
- Gorro y guantes, sobre todo si vas a principio o final de temporada
- Mochila pequeña con agua y algo de picar
- Cámara (bien protegida de la humedad)
- Bastones de senderismo si los usas, van muy bien para cruzar arroyos
- Mapa o GPS sin conexión, porque la cobertura móvil en las tierras altas es un desastre
En primavera o después de lluvias fuertes, considera llevarte:
- Botas de agua o zapatillas para el agua para cruces más profundos
- Una bolsa estanca para electrónicos y ropa de repuesto
- Calcetines de sobra; con los pies mojados pasas frío que te cagas
Cosas de seguridad:
Stakkholtsgjá es bastante seguro comparado con otros sitios más extremos de Islandia, pero aún así hay riesgos:
- Superficies resbaladizas - Las rocas con musgo pueden estar súper resbaladizas, sobre todo mojadas. Ve con calma y prueba bien dónde pisas antes de apoyar todo el peso.
- Cruces de arroyos - El nivel del agua puede subir rapidísimo después de llover. Si los arroyos se ven muy profundos o con mucha corriente, da media vuelta. Ninguna cascada merece la pena jugársela.
- Cambios de tiempo - El clima de Islandia puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos. Lleva capas y chubasquero aunque el pronóstico pinte bien.
- Estar lejos de todo - Aunque Þórsmörk no es tan remoto para los estándares islandeses, estarás lejos de cualquier ayuda. Dile a alguien tus planes antes de irte de ruta.
- No dejes rastro - El ecosistema de musgo es súper delicado y tarda décadas en recuperarse si lo dañas. Quédate en el sendero y no hagas atajos que estropeen la vegetación.
Si vas a principio o al final de la temporada, pregunta a los guardas locales u operadores de tours sobre las condiciones. A veces el sendero está técnicamente abierto pero los cruces de arroyos pueden ser peligrosos por el deshielo o las lluvias.
Qué más ver por la zona
Stakkholtsgjá es solo una de los highlights de una zona llena de maravillas naturales. Puedes combinar tu visita con estas otras atracciones:
Dentro de Þórsmörk:
- Monte Valahnúkur - Una subida relativamente corta pero empinada que te da vistas panorámicas de toda la zona de Þórsmörk, glaciares y valles incluidos. Está a solo 10-15 minutos en coche del inicio del sendero de Stakkholtsgjá y tardas 2-3 horas en subirlo.
- Sendero Laugavegur - Þórsmörk es el final sur de esta ruta súper famosa de varios días. Si no tienes tiempo para la ruta completa, puedes hacer un trozo cerca de Þórsmörk para probar.
- Básar - Esta zona de Þórsmörk tiene varias rutas de un día con vistas increíbles del glaciar Eyjafjallajökull.
De camino a Þórsmörk:
- Seljalandsfoss - Esta cascada de 60 metros está justo al lado de la Ring Road camino a Þórsmörk. Lo guay es que hay un sendero que te permite caminar por detrás de la cascada. Está a unos 30 km de Þórsmörk, o sea, 30-40 minutos en coche.
- Gljúfrabúi - Los turistas que van corriendo a Seljalandsfoss se la saltan, pero esta cascada "oculta" está como a 10 minutos andando. Está medio escondida en una pared rocosa y tienes que vadear por un desfiladero estrecho para verla bien.
- Cañón Nauthúsagil - Cerca del desvío de la F249, este cañón estrecho tiene una caminata corta pero chula hasta una cascada pequeña. Es menos conocido pero hace buen contraste con el espacio más abierto de Stakkholtsgjá.
Merece la pena el desvío:
- Skógafoss - Una de las cascadas más famosas de Islandia, a unos 30 km del desvío a Þórsmörk (25 minutos en coche). La cascada de 60 metros genera con su potencia un eterno arcoíris en días soleados, y puedes subir 527 escalones para verla desde arriba.
- Kvernufoss - Una joya escondida cerca de Skógafoss. Se llega con una caminata corta desde el aparcamiento del Museo Skógar. Como Seljalandsfoss, puedes caminar por detrás.
- Playa Reynisfjara y Vík - A unos 60 km del desvío a la Ruta 249 (45 minutos en coche), esta playa de arena negra tiene columnas de basalto y formaciones rocosas impresionantes. El pueblo de Vík que está cerca tiene servicios y sitios donde quedarse.
Si tienes tiempo para varios días, plantéate hacer el sendero Fimmvörðuháls desde Skógar a Þórsmörk. Este complicado, pero espectacular, sendero de 25 km cruza entre los glaciares Eyjafjallajökull y Mýrdalsjökull, con vistas de campos de lava que se formaron con la erupción de 2010.
Dónde quedarte
Si quieres disfrutar de Stakkholtsgjá y Þórsmörk sin prisas, quedarte a dormir en la zona tiene sentido. Tus opciones son:
Dentro de Þórsmörk:
- Cabañas del Volcán Þórsmörk - En Húsadalur, tienen de todo, desde camas en dormitorios hasta cabañas privadas. Tienen restaurante, duchas y cocinas. Los precios van desde unas 10.000 ISK (70€) para camas de dormitorio hasta 30.000 ISK (210€) para habitaciones privadas.
- Cabaña Básar - La lleva la Asociación de Turismo de Islandia, y ofrece dormitorios y camping. Es más simple que las Cabañas del Volcán, pero más barata. Las camas de dormitorio van por unas 8.500 ISK (60€) la noche.
- Camping - Tanto Húsadalur como Básar tienen zonas de camping con lo básico. El camping sale por unas 2.500 ISK (18€) por persona y noche.
Opciones cerca:
- Hvolsvöllur - Este pueblo, a una hora de Þórsmörk (cuando la carretera está bien), tiene varios hoteles y casas rurales. Está bien si prefieres más comodidad, pero quieres llegar fácilmente a Þórsmörk.
- Skógar - Cerca de la cascada Skógafoss, Skógar tiene algunas opciones de alojamiento a unos 45 minutos de Þórsmörk.
- Hella - Un poco más lejos, Hella tiene más opciones de alojamiento y servicios.
Si te quedas en Þórsmörk, reserva con muchísima antelación, sobre todo para julio y agosto. Las cabañas se llenan rapidísimo, especialmente los fines de semana.
Para el camping, tráete una tienda que aguante viento, porque el tiempo en Islandia es impredecible hasta en verano. Acampar por libre está totalmente prohibido en Islandia, o sea que tienes que quedarte en las zonas de camping oficiales.
Todos los alojamientos en Þórsmörk son bastante básicos; esto es una reserva natural, no un resort. Espera cobertura móvil limitada (o ninguna) y la ausencia de WiFi. Puede que la electricidad esté limitada a ciertas horas para cargar dispositivos. Prepárate en consecuencia, trayendo baterías portátiles y descargando cualquier información importante.
Conclusión
El Cañón de Stakkholtsgjá te da una muestra perfecta de la belleza salvaje de Islandia sin necesidad de ser un experto en montaña ni comprometerte a varios días. La relación entre esfuerzo y recompensa es buenísima; en solo un par de horas puedes vivir uno de los paisajes más alucinantes de Islandia.
Lo que hace especial a Stakkholtsgjá no son sus números o estadísticas, sino esa sensación de descubrimiento mientras te vas adentrando en el cañón. Cada curva te enseña vistas nuevas, y la cascada del final es la recompensa que te has ganado haciendo el viaje.