

Faro de Grótta en Islandia: Guía completa para tu visita en 2025
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Islandia está llena de sitios chulísimos para visitar, pero algunos de los mejores pasan totalmente desapercibidos. El Faro de Grótta es una de esas joyas escondidas – un encantador faro en una islita de marea con unas vistas alucinantes, un montón de aves y uno de los mejores lugares cerca de Reykjavík para pillar auroras boreales.
A diferencia de los puntos turísticos abarrotados de gente, en Grótta puedes sentir la naturaleza pura de Islandia a solo unos minutos de la capital. Pero ojo con esto: Solo puedes llegar durante la marea baja, lo que hace que llegar hasta allí sea parte de la aventura.
Vamos a ver todo lo que necesitas saber para montar una visita genial a este tesoro costero.
¿Qué es el Faro de Grótta?
El Faro de Grótta está en una islita en la punta de la península de Seltjarnarnes. Ayuda a los barcos a navegar por las complicadas aguas de la Bahía de Faxaflói. Pero es mucho más que un simple faro – es un sitio donde la historia, la vida salvaje y la belleza natural se dan la mano.
Con sus 23 metros de altura (75 pies), el faro está pintado de blanco con una parte superior roja súper llamativa, que hace que destaque un montón contra los cielos casi siempre grises de Islandia. Tiene una torre redonda con un look clásico que los fotógrafos adoran. La luz está a 24 metros sobre el nivel del mar, y los barcos pueden verla desde 27 kilómetros de distancia (14.8 millas naúticas), ayudándoles a mantenerse a salvo en el agua. El faro está construido como un tanque y ha aguantado décadas del durísimo clima islandés, desde tormentas salvajes de invierno hasta los ventarrones de verano.

Historia y Curiosidades
El primer faro en Grótta se construyó en 1897, pero lo que ves hoy se reconstruyó en 1947. Le metieron electricidad en 1956, modernizándolo pero sin perder su encanto de siempre.
El nombre "Grótta" probablemente viene de una palabra antigua para un molino de trigo. Los registros muestran que había una granja aquí allá por el siglo XVI. Esta zona tiene raíces más profundas también – Seltjarnarnes fue más importante que Reykjavík en su día y es uno de los asentamientos más antiguos de Islandia.
El faro sigue funcionando hoy en día. Parpadea con un patrón específico: tres destellos cortos, un destello largo, y luego una pausa. Esto ayuda a los capitanes de barco a saber exactamente qué faro están viendo.
Desde 1974, la zona es una reserva natural. Durante el verano, unas 450 parejas de charranes árticos anidan aquí, junto con otras aves. La pequeña isla alberga 140 especies de plantas – ¡eso es un tercio de todas las plantas que hay en Islandia!

¿Por qué merece la pena visitar el Faro de Grótta?
Grótta tiene algo especial – un espacio natural que parece estar en medio de la nada aunque esté a tiro de piedra de la ciudad. Las mareas lo separan del continente, y eso te da la sensación de haber descubierto algo único.
El faro es una pasada para hacer fotos que quedan increíbles con el dramático cielo islandés. En días despejados, puedes ver lejos a través del agua hasta penínsulas distantes, con el glaciar Snæfellsjökull asomando en el horizonte. A mi esto me parece una locura. ¡El glaciar está a 210 kilómetros!
Si te gustan las aves, vas a flipar con este santuario, sobre todo en verano cuando los charranes árticos se lanzan en picado como locos para proteger sus nidos. En invierno, los cielos oscuros lo convierten en uno de los mejores sitios cerca de Reykjavík para quedarte embobado mirando las Auroras Boreales.
La mezcla de naturaleza, bichos y el histórico faro crea una experiencia 100% islandesa – salvaje, preciosa y con ese puntito de misterio.

¿Dónde está el Faro de Grótta y cómo llego allí?
El Faro de Grótta está en la esquina noroeste del Gran Reykjavík, en Seltjarnarnes 170. Solo está a 4,7 km (unas 3 millas) del centro de Reykjavík. Eso es lo bastante cerca para una escapada rápida pero lo suficientemente lejos para huir del jaleo de la ciudad.
Ojo con las mareas
Aquí viene lo importante sobre visitar Grótta: Está en una islita a la que solo puedes llegar durante la marea baja. Un caminito estrecho conecta el continente con la isla, pero este desaparece bajo el agua cuando sube la marea.
Comprueba siempre los horarios de marea antes de ir. Puedes encontrar la info actual sobre las mareas de Reykjavík aquí.
Si te quedas atrapado en la isla durante la marea alta, vas a estar ahí tirado durante horas hasta que baje el agua – es una buena faena, sobre todo con el tiempo loco que hace en Islandia.
Cómo llegar
Puedes plantarte en el Faro de Grótta de varias formas:
A pie: Desde el centro de Reykjavík, te llevará una hora y pico por el camino para correr de Seltjarnarnes. Empieza desde el Puerto Grandi y sigue el camino hacia el oeste bordeando la costa. El paseo tiene unas vistas chulísimas de la bahía y las montañas.
En bus: El bus número 11 te deja "cerca" de Grótta (a unos 22 minutos andando). Puedes cogerlo cerca de la Calle Laugavegur o del Museo Nacional de Islandia, por ejemplo.
En coche: Lo más probable es que hayas alquilado un coche (esperemos que con nosotros). Si tienes tu propio coche, son solo 10 minutillos desde el centro de Reykjavík. Hay un pequeño aparcamiento a solo 8 minutos caminando del faro.
Da igual cómo llegues, recuerda que el tramo final hasta el faro solo es posible durante la marea baja por la calzada.
¿Cuándo es mejor visitar el Faro de Grótta?
Cada temporada en el Faro de Grótta tiene su propio encanto:
Invierno (septiembre a marzo)
Es cuando puedes ver las Auroras Boreales. Con poca contaminación lumínica y unas vistas despejadas, es uno de los mejores sitios cerca de Reykjavík para cazar auroras. Búscalas en noches sin nubes cuando la actividad solar esté por las nubes. Abrígate bien – hace un frío que pela y el viento te atraviesa.
Verano (junio a agosto)
En verano las plantas florecen y las aves están súper activas. El Sol de Medianoche también crea una luz perfecta para fotos. Pero ten en cuenta que del 1 de mayo al 15 de julio, el acceso a la isla está limitado para proteger a las aves que anidan, aunque todavía puedes caminar hasta allí durante la marea baja.
Primavera/Otoño
En estas épocas hay menos turistas y aún así puedes ver bichos interesantes y hacer buenas fotos sin que el tiempo sea demasiado extremo.

Mejor hora del día para visitar
Para fotos, las visitas al atardecer son lo más, especialmente cuando el sol se pone y se ve el contraste entre el faro y los cielos con colores espectaculares. Para las auroras boreales en invierno, ve en noches despejadas y prepárate para esperar – las auroras son totalmente imprevisibles.
Sea cuando sea que decidas ir, el horario de mareas es lo que más importa. La marea baja es crucial para llegar a la isla, así que planifica en torno a estos horarios más que a horas normales de visita.
¿Qué puedo hacer en el Faro de Grótta y alrededores?
Grótta es una pasada, pero una visita a Grótta es mucho más que quedarte mirando el faro. Hay un montón de cosas que hacer por la zona.
Mirar pájaros y explorar la naturaleza
Grótta es perfecto para los amantes de las aves, sobre todo en verano. Las estrellas son las 450 parejas de charranes árticos que anidan aquí. Estas aves son famosas por tirarse en picado sobre la gente que se acerca demasiado a sus nidos – emocionante pero un pelín aterrador.
Cerca del faro, un pequeño lago con juncos atrae a patos y otras aves acuáticas. Te recomiendo que te traigas unos prismáticos para verlos mejor.
Te recomiendo explorar las zonas planas alrededor de la isla durante la marea baja. Puedes cotillear las pozas de aguas salada y quizás pillar a algunas aves comiendo. A veces, también puedes ver focas nadando mar adentro.

Un paraíso para los fotógrafos
Los fotógrafos se vuelven locos en Grótta. El faro es un genial para fotos con el cielo, especialmente al atardecer cuando los colores se reflejan en el agua. Para fotos dramáticas, ve durante tormentas cuando las olas rompen contra las rocas (si no eres de los que se asustan fácilmente).
En invierno, el faro es ideal para fotos de Auroras Boreales. Llévate un trípode y un control remoto para tu cámara. Un objetivo gran angular es lo mejor para capturar tanto el faro como el cielo.
Durante la marea baja, los dibujos en la arena y las pequeñas charcas de agua le dan más gracia a las fotos de paisaje.

Auroras boreales a tope
Grótta se ha ganado a pulso su fama como uno de los mejores sitios para ver Auroras Boreales cerca de Reykjavík. La falta de luces de ciudad hacia el oeste crea unos cielos oscuros que son perfectos para quedarte embobado mirando la aurora.
Para tener más posibilidades de verlas, visita entre septiembre y marzo en noches despejadas. Mira los pronósticos de auroras antes de salir. Abrígate hasta las cejas – quedarte quieto esperando Auroras Boreales puede significar aguantar horas de frío intenso.

Experiencias geotérmicas a un paso
A un paseíto del faro, encontrarás el Baño de Pies Kvika, una pequeña fuente termal perfecta para remojar los pies después de la caminata. Esta pequeña joya es especialmente mágica en invierno, cuando puedes calentarte los pies mientras alucinas con las auroras boreales.
El baño de pies está incrustado en las rocas costeras y te ofrece vistas de la bahía mientras te relajas. Muestra cómo los islandeses han sabido aprovechar su agua caliente natural.

Otras cosas chulas muy cerca
Como Grótta está tan cerca de Reykjavík, puedes combinar fácilmente tu visita con otros lugares de los alrededores:
- Piscina de Seltjarnarnes: Este sitio que adoran los locales está calentado por agua termal natural y tiene bañeras calientes a diferentes temperaturas.
- Museo de Historia Médica de Islandia: Ubicado en Seltjarnarnes, este singular museo te enseña cómo evolucionó la medicina en Islandia.
- Sendero para Correr de Seltjarnarnes: Este camino costero es una gozada para caminar o ir en bici, con unas vistas preciosas de la bahía.
- Centro de Reykjavík: A solo unos minutos, puedes explorar el Puerto Viejo, la Sala de Conciertos Harpa, y un montón de museos y restaurantes en la capital de Islandia.

Consejos para una visita de 10
- Mira las mareas: Esto es súper importante – asegúrate de saber cuándo es la marea baja antes de tu visita.
- Vístete para el tiempo que haga: El clima de Islandia cambia en un periquete. Ponte capas y llévate un chubasquero, incluso en días buenos. En invierno, equipo serio contra el frío o te vas a helar vivo.
- Respeta a los animales: Mantén las distancias con las aves que anidan, sobre todo durante el período de restricción de mayo a julio.
- Llévate lo que necesitas: Unos prismáticos para ver aves, una cámara para las fotos, y un termo con algo calentito en los meses fríos harán que tu visita sea mucho mejor.
- No vayas con prisas: Planifica al menos 1-2 horas para explorar bien el lugar, más si quieres sacar fotos al atardecer o quedarte esperando las auroras boreales.
- Déjalo como estaba: Como es una reserva natural, es crucial llevarte toda la basura contigo y no salirte de los caminos para proteger el entorno.
Conclusión
El Faro de Grótta te ofrece el combo perfecto de acceso fácil y naturaleza salvaje que es difícil de encontrar en otro sitio cerca de Reykjavík. La isla con las mareas le añade un punto de aventura, mientras que las temporadas cambiantes hacen que siempre haya algo nuevo que ver.
Ya sea que estés a la caza de fotos de auroras boreales en invierno, viendo pájaros en verano, o simplemente buscando un rincón tranquilo lejos de la ciudad, Grótta te da una auténtica experiencia islandesa a tiro de piedra de la capital.
Solo recuerda planificar tu visita con las mareas, vestirte para el tiempo que te puedas encontrar, y darte tiempo suficiente para disfrutar de este sitio tan especial. Tu esfuerzo tendrá su recompensa con unos recuerdos que durarán mucho más que la marea.