Vista aérea de un pueblo costero en un fiordo, rodeado de verdes colinas, bajo un cielo vibrante al atardecer.
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Aron Freyr

Guía de viaje a Þingeyri, Islandia

Þingeyri es un pueblecito pesquero perdido en el extremo noroeste de Islandia. Está en una lengüita de tierra que se mete en un fiordo y, con apenas 250 vecinos, transmite una calma increíble y esa sensación de estar lejos de todo… pero en el mejor sentido posible.

Esto es todo lo que necesitas saber si estás planeando ir.

¿Qué es Þingeyri?

Þingeyri es un pequeño pueblo en los Fiordos del Oeste, la zona más remota de Islandia. Su nombre significa “lugar de asamblea” y viene de la época vikinga, cuando la gente se reunía aquí para tomar decisiones importantes. Hoy en día sigue siendo un pueblo pesquero activo, con barcos en el puerto y pescado secándose al aire. Detrás de la iglesia se encuentran los antiguos restos de salas de reunión vikingas, que conectan el presente con el pasado.

¿Por qué visitar Þingeyri?

Þingeyri es tranquilo y sin multitudes, algo poco común en Islandia. Ofrece experiencias al aire libre auténticas y una vida local que gira en torno a la pesca y la comunidad. Hacer senderismo o bicicleta suele sentirse completamente en soledad. Además, es más asequible, con alojamientos que suelen costar entre 100 y 150 dólares.

Ubicación y cómo llegar

Þingeyri se encuentra a orillas del fiordo Dýrafjörður, en el corazón de los Fiordos del Oeste. El trayecto en coche desde Reikiavik dura unas 5 a 6 horas e incluye algunos tramos de grava. Las carreteras están abiertas todo el año, aunque el invierno puede ser complicado. También se puede volar hasta Ísafjörður y conducir unos 30 minutos.

Qué hacer allí

A pesar de su tamaño, Þingeyri ofrece muchas actividades. Se puede subir caminando a la montaña que hay detrás del pueblo, visitar zonas vikingas, hacer kayak en el fiordo o conocer la antigua herrería. Las rutas de bicicleta de montaña de la zona son conocidas, pero exigentes. La piscina comunitaria es un lugar habitual para relajarse y charlar con los vecinos.

Dónde comer

Hay pocos sitios para comer, pero son de buena calidad. Simbahöllin café es el más conocido, sobre todo por sus gofres, que muchos consideran los mejores de Islandia. La comida es sencilla y casera, con protagonismo del pescado local. También hay una pequeña tienda para productos básicos.

Dónde alojarse

Los alojamientos son sencillos y cómodos. El Hotel Sandafell es la opción principal, con precios desde unos 100 a 120 dólares con desayuno incluido. Las casas de huéspedes ofrecen habitaciones y apartamentos, algunos con cocina y vistas al fiordo. También hay un camping junto al agua por unos 15 dólares por persona.

Información práctica para viajeros

El clima es fresco y a menudo húmedo, incluso en verano. La mejor época para visitar es de junio a agosto, cuando hay muchas horas de luz y todos los servicios están abiertos. Es importante llevar ropa de abrigo, prendas impermeables y buenas botas de senderismo. Alquilar un coche y planificar bien gasolina y provisiones es recomendable.

Lugares para visitar cerca

Þingeyri es una buena base para excursiones cortas. La cascada Dynjandi está a unos 50 kilómetros y se llega con una caminata sencilla desde el aparcamiento. Ísafjörður se encuentra a 22 kilómetros al norte y tiene más tiendas y restaurantes. Los acantilados de aves de Látrabjarg están más lejos, pero son famosos por las colonias de aves en verano.

Conclusión

Þingeyri muestra una Islandia anterior al auge del turismo. Es un lugar tranquilo, cercano y muy conectado con la naturaleza. Llegar requiere algo de planificación, pero la experiencia se siente auténtica y sin prisas. Es ideal para quienes disfrutan de viajes sencillos y paisajes abiertos.

Ideas clave

  • Pueblo pesquero enano: Unas 250 personas viviendo en una de las zonas más remotas del país.
  • Paisaje de postal: Una franja de tierra rodeada de montañas y del fiordo.
  • Senderos fáciles: Un paseíto montaña arriba te regala vistas espectaculares.
  • Mucha historia: Fundado en 1787 y con raíces vikingas muy profundas.
  • Lejos a propósito: Desde Reikiavik se tarda 5 o 6 horas en coche, pero ese aislamiento es parte de su encanto.
  • Mejor en verano: Entre junio y septiembre todo está abierto y el tiempo acompaña más.

¿Qué es Þingeyri? Una explicación rápida

Þingeyri es uno de esos sitios que descubres de casualidad y que, en cuanto llegas, te despiertan ganas de saber más. Está en los Fiordos Occidentales, la zona más remota de Islandia. Su nombre significa “lugar de asamblea” porque en la época vikinga la gente venía aquí para reuniones importantes.

El pueblo sigue viviendo de la pesca. Verás barquitos de colores en el puerto y pescado secándose al aire libre. Y detrás del pueblo se alzan montañas enormes que hacen que todo parezca acurrucado contra el paisaje.

Justo detrás de la iglesia hay tres montículos de hierba que, de entrada, no dicen demasiado, pero que resultan ser los restos de salas de reunión vikingas con mil años de historia. Imaginar a la gente debatiendo allí hace tantos siglos da un poco de vértigo… del bueno.

Un río serpenteante fluye a través de campos verdes hacia una bahía, con montañas nevadas bajo un cielo azul y nublado.

Por qué visitar Þingeyri por encima de otros sitios en Islandia

La mayoría de los turistas en Islandia van a las atracciones junto a la Ring Road o visitan los sitios famosos del sur, que suelen estar hasta arriba. Þingeyri, en cambio, está prácticamente vacío.

La gran baza aquí es poder disfrutar de la naturaleza sin gente alrededor. ¿Quieres subir por la montaña detrás del pueblo? Igual no te cruzas con nadie en todo el camino. Y si lo tuyo es la bici de montaña, la ruta Svalvogar es de las más míticas del país… aunque no es ningún paseo y solo es para gente con experiencia.

El pueblo tiene un encanto muy auténtico, sin florituras. La vida gira en torno a la pesca; los vecinos se conocen todos y la piscina es el lugar donde se entera uno de todo. Si te invitan a una lectura de sagas o a una recreación vikinga, no es un numerito para turistas: es algo que hacen porque les encanta.

Y encima, es más barato que Reikiavik. Las guesthouses rondan los 85–130 euros, y el café del pueblo es famoso por sus gofres, que muchos juran que son los mejores de Islandia… y no cuestan un ojo de la cara.

Campo de lupinos morados junto a un lago con montañas nevadas.

Ubicación y cómo llegar

Þingeyri está metido en lo más profundo de los Fiordos del Oeste, en el fiordo Dýrafjörður. Llegar lleva su tiempo, pero precisamente por eso sigue siendo tan tranquilo.

Desde Reikiavik son entre 5 y 6 horas en coche, según cómo estén las carreteras. Primero tomas la Ruta 1 hacia Borgarnes y luego la Ruta 60, que te mete en los Fiordos del Oeste. Algunas carreteras, especialmente las de montaña, pasan a ser de grava. El último tramo, la Ruta 622, va literalmente pegado al borde del fiordo.

En teoría, las carreteras abren todo el año, pero en invierno la cosa se complica: nieve, hielo, ventisca… lo típico. Consulta road.is antes de salir.

Si no te apetece conducir, puedes volar. Icelandair tiene vuelos diarios desde Reikiavik a Ísafjörður (unos 40 minutos), y desde allí, en coche, son solo 30 minutos hasta Þingeyri.

En verano también hay un autobús que conecta los pueblos grandes del área. Pasa pocas veces a la semana y está pensado sobre todo para locales, así que puede ser un poco rollo para los turistas.

Qué hacer allí

Para ser tan pequeño, Þingeyri tiene más cosas que hacer de lo que uno se imagina, sobre todo si te gusta estar al aire libre o te tira la historia. Todo está cerca y se disfruta sin prisas.

Subir al monte Sandafell

La montaña que se ve desde el pueblo se llama Sandafell. Tiene solo 362 metros, así que el ascenso es bastante llevadero: una o dos horas como mucho. El sendero empieza en las afueras y sube entre musgo y vegetación bajita.

Desde arriba las vistas del fiordo son una pasada. Si el día está claro, parece que la vista no tiene fin. También hay un camino apto para subir en coche si no te apetece caminar.

Zona vikinga y antiguos lugares de asamblea

Detrás de la iglesia están los montículos que marcan las antiguas salas vikingas. Cerca, los vecinos han montado una pequeña zona con asientos de piedra y hogueras.

A veces organizan allí lecturas de sagas. Escucharlas en ese paisaje, donde se contaban hace siglos, tiene algo muy especial.

Ruta Svalvogar en bici de montaña

Este circuito de 49 km es famoso entre ciclistas muy experimentados. Pasa entre dos fiordos y cruza zonas donde no llegan los coches.

La ruta es dura: algunos tramos costeros desaparecen con la marea alta y otros en la montaña obligan a llevar la bici a cuestas. La mayoría tarda entre 6 y 8 horas en completarla.

Si te atreves, el paisaje es espectacular: acantilados, ruinas de antiguas granjas, un faro perdido en mitad de la nada…

Kayak en el fiordo

En días tranquilos, remar en Dýrafjörður es una maravilla. Un guía local, Óðinn, organiza excursiones por calas pequeñas donde, con suerte, podrás ver focas.

Los tours bajo el Sol de Medianoche en verano son memorables: remar en esa luz dorada, con el agua quieta, es casi de película. Incluyen todo el equipo, así que cualquiera puede apuntarse aunque no tenga experiencia.

Antigua herrería

Þingeyri tiene la herrería en funcionamiento más antigua de Islandia, abierta desde 1913. Hoy es un museo donde puedes ver cómo se reparan herramientas y piezas de barcos con técnicas tradicionales.

Todo el equipo original sigue ahí, funcionando, lo cual te transporta directamente a cómo se vivía hace cien años.

Piscina comunitaria

Como en casi todos los pueblos islandeses, aquí también hay una piscina pública con jacuzzis calientes y una sauna. En verano abre de 8:00 a 21:00 entre semana y de 10:00 a 18:00 los fines de semana.

Es donde se reúne todo el mundo. Después de un día de senderismo o bici, un baño caliente con vistas al fiordo sienta de lujo.

Dos personas practicando kayak en aguas azules con colinas a lo lejos.

Dónde comer

Las opciones no son muchas, pero las que hay merecen la pena. El sitio estrella es el café Simbahöllin. La comida en Þingeyri es casera, reconfortante y suele girar en torno al pescado local. Es el tipo de sitio donde paras, te relajas y disfrutas del cariño que ponen en cada plato.

Simbahöllin está en una casa de madera de 1915 que antes era la tienda del pueblo. Los dueños, belga y danés, hacen unos gofres que muchos consideran los mejores de Islandia, servidos con mermelada casera de ruibarbo y nata montada. También preparan sopas, sándwiches y café muy rico. Abren a diario de junio a septiembre, de 10:00 a 17:00 más o menos.

La guesthouse del pueblo sirve cenas basadas en el pescado del día: sencillas, frescas y deliciosas.

También hay una tiendecita para lo básico. Para cosas más especiales, mejor comprar antes de llegar.

Masa frita coronada con helado derretido y mermelada de fresa, en un plato de papel con un tenedor.

Dónde alojarse

El alojamiento es sencillo y muy acorde al sitio, que es parte del encanto. No esperes hoteles de lujo, pero sí habitaciones limpias, anfitriones majos y vistas que no se te olvidan. Todo está cerquita, así que siempre tendrás el fiordo y las montañas al lado.

  • Hoteles en Þingeyri: Þingeyri no cuenta con muchas opciones de hotel. El antiguo Hotel Sandafell ya no funciona como un hotel tradicional y ahora forma parte del KEX Þingeyri, ofreciendo un alojamiento más relajado y social, con un ambiente distinto al de un hotel convencional.
  • Guesthouse Við Fjörðinn: Pensión familiar con habitaciones y apartamentos, algunos con cocina. La terraza da directamente al agua.
  • Camping: Pegado al fiordo, con duchas calientes, cocina, Wi-Fi y unas vistas que quitan el hipo. Unos 15 dólares por persona y noche.

Si vas en julio o agosto, reserva con tiempo. Fuera de verano, varias opciones cierran.

Un pueblo con edificios coloridos junto a un fiordo, respaldado por grandes montañas.

Información práctica para viajeros

La ubicación remota de Þingeyri implica organizarse un pelín más. El tiempo cambia rápido, hay pocos servicios y las distancias entre pueblos son largas. Pero con un poco de previsión, viajar por la zona es fácil y sorprendentemente relajado.

Clima y mejor época para ir

El clima es fresco y bastante húmedo. En verano, las máximas rondan los 13–15 °C. Incluso en julio necesitarás abrigo.

  • Verano (junio–agosto) - La mejor época: luz casi infinita, clima más cálido y todos los servicios abiertos.
  • Primavera (abril–mayo) - Puede quedar nieve y muchas cosas no abren hasta junio.
  • Otoño (septiembre–octubre) - Paisajes preciosos, pero más viento y tormentas.
  • Invierno - Solo para gente acostumbrada a condiciones duras: días muy cortos, mucha nieve y posibles cierres de carretera.

Qué llevar

Las capas son la clave. Mete en la maleta:

  • Chaqueta y pantalón impermeables
  • Forro polar o lana
  • Buenas botas de senderismo
  • Gorro y guantes
  • Bañador para la piscina
  • Protector para la cámara

Consejos útiles

  • Alquila un coche con buena altura: hay tramos de grava.
  • Llena el depósito en pueblos grandes: en Þingeyri puede ser complicado.
  • Tarjeta para todo: incluso para pequeñas compras.
  • Descarga mapas offline: la cobertura falla en las montañas.
  • Cuida el paisaje: sigue los senderos, no conduzcas fuera de pista y cierra las vallas tras pasar.
Una montaña oscura y rocosa con laderas verdes en la parte baja domina un cuerpo de agua, con pequeñas casas de techos rojos a lo largo de su orilla.

Lugares cercanos para visitar

Þingeyri es una base estupenda para recorrer los Fiordos del Oeste: casi todo lo interesante está cerca y las carreteras son una gozada.

Cascada Dynjandi

A unos 28 km hacia el sur. Es la cascada más grande de la zona. El paseo hasta el salto principal dura unos 15–20 minutos y pasa por varias cascadas pequeñas. Ojo, algunos tramos resbalan.

Pareja con chaquetas rojas tomados de la mano observando una cascada escalonada en un paisaje rocoso.

Ísafjörður

A 49 km al norte, Ísafjörður es la localidad más grande de los Fiordos del Oeste y cuenta con restaurantes, tiendas, un museo marítimo y excursiones en barco a zonas aún más remotas.

Una fila de casas coloridas frente a un campo de césped, con una gran montaña rocosa imponente detrás de ellas.

Flateyri

Un pueblecito entre Þingeyri e Ísafjörður. Tiene la tienda más antigua del país, hoy reconvertida en librería, y un restaurante con música en directo.

Vista aérea de un pintoresco pueblo costero situado entre un fiordo azul y montañas con rastros de nieve bajo un cielo despejado.

Acantilados de Látrabjarg

A dos horas al sur por carreteras de montaña. Es el punto más occidental de Europa y el hogar de millones de aves, incluidos frailecillos, entre mayo y agosto. El camino puede ser duro, pero es un lugar espectacular para hacer fotos.

Un frailecillo se encuentra sobre un acantilado cubierto de hierba mirando el océano, con otro frailecillo en un acantilado distante.

Conclusión

Þingeyri es una ventana a la Islandia de antes del boom turístico. Es un sitio auténtico, vivido, sin artificios. Llegar requiere un poco más de planificación, pero el premio son senderos tranquilos, gente amable y una conexión real con el paisaje.

Si vas preparado para un clima imprevisible y servicios básicos, descubrirás uno de los lugares más genuinos y memorables del país.

Preguntas frecuentes sobre Þingeyri

Lo ideal es pasar una o dos noches para conocer el pueblo, hacer alguna excursión cercana y disfrutar del fiordo sin prisas.

Sí. Es habitual ver focas en el fiordo, muchas aves marinas y, en verano, ocasionalmente ballenas en la zona.

En parte. El pueblo es llano y fácil de recorrer, pero muchas atracciones y senderos tienen terreno irregular o escalones.

Sí. Þingeyri es igual de atractiva por su historia, sus paisajes, la vida local y su ritmo tranquilo que por las actividades al aire libre.